lunes, 2 de noviembre de 2009

A UNA INVIDENTE




Amiga mía Manoli,
sin conocerte te quiero
y siento que no puedas ver
la luna ni los luceros.

Pero no te sientas triste
porque tus ojos no ven,
si tienes un corazón
que sabe amar y querer.

Tú te imaginas un mundo
lleno de luz y colores,
pero siempre no es así,
tiene muchos sinsabores.

Sinsabores y nostalgias
que nos hacen padecer,
y a veces cierras los ojos
porque no quisieras ver.

Yo te ofrezco con mi afecto
la gran luz de la amistad,
para que te apoyes en ella
dentro de tu oscuridad.

Yo te imagino feliz
con esos hijos que tienes,
y el amor de tu marido
porque sin verte te quiere.

Tú imagíname con canas,
y el rostro un poco arrugado,
y con los ojos muy tristes
por lo mucho que han llorado.

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