lunes, 2 de noviembre de 2009
RAÍCES
¡Ay, mi Colonia del alma!
Eres mi patria chiquita;
aquí pasé yo mi vida
con lágrimas y sonrisas.
Aquí tengo mis raíces
que yo nunca olvidaré,
por mucho tiempo que pase
siempre las respetaré.
Mi gente de pico y pala
que vivieron el pasao,
los que labraban la tierra
con la mula y el arao.
Los que nunca protestaban
y siempre estaban contentos,
por mucho que trabajaran
su protesta era el silencio.
No debemos consentir,
por mucho que propongan,
que nadie venga de fuera
a dividir La Colonia.
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